La esperanza es el peor de los males pues prolonga el tormento del hombre – F.N.
Debo comenzar disculpándome por faltar a mi no tan leal promesa de alejarme de tu recuerdo y jamás cumplir pero hay momentos en los que mi corazón palpita más fuerte que la música que escucho y es en esos momentos donde me pierdo pensándote en un sin fin de mundos extraños donde suelo ser feliz.
Yo te quería así como para caminar juntos en los otoños que tanto me gustan, extasiados con el sonido que producen las hojas secas al ser pisadas. Yo quería quererte como esos amores a la antigua, visualizándonos sentados bajo la sombra de un árbol o recostados en el pasto mientras observábamos el sunset, disfrutando del último esperanzado rayo de sol que se despedía y con la noche saludándonos discretamente. Yo te quería para ser mi amor a primera vista, de esos que nacen cuando dos miradas detrás de libros elevan la cabeza y cruzan letras con los ojos causando electricidad. Yo te quería conchetumare.
Pero todo lo bonito ya pasó y tan solo me queda pensarte y saber que el tiempo todo sabrá sanar aunque eso no alivia el dolor actual. No sé en qué momento pasó que mis lacrimales se volvieron amigos de tu ausencia.
Atazagorafobia… tengo miedo a olvidarte y que tu recuerdo se me pierda así como se suelen olvidar las cosas insignificantes.
Y tan solo me queda agradecerte por tener carta libre para exprimirte de a poquitos, así como una pequeña abeja buscando la flor más dulce.
Por favor, quédate hablando con mi alma y mantén tibio mi punto neutro así aún duela.
La noche va pasando lenta y lo sé por mi reproductor musical. Y es así como he descubierto que las desgracias se me van mejor, soy más productiva siendo dramática acompañándome de mis letras.
0 hh!:
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