Hoy desperté con la extraña sensación de ya no encontrarte más en mis sueños y, en medio de mi angustia matinal que hasta hace poco era felicidad, busqué el recuerdo más próximo protagonizado por ti, pero esta vez la remembranza tomó más de lo acostumbrado y mi preocupación se intensificó pero mi inconsciente me sacó una sonrisa victoriosa… creo que ella misma fue la que se encargó de convertir esas conversaciones mentales en discusiones, insultos y más.
Y a veces siento que ya todos los escritos que llevan tu sello carecen de sentido y coherencia, ya no encuentro música, rima, verso y canción en mis palabras y que nuevamente ese vacío, que aun no identifico su lugar de residencia, no tiene un nombre que aclamar.
Ahora todos los esfuerzos que haga por seguir idealizando a Manoah ya no llevarán nombre. Quisiera de corazón contarle todo esto a mi psicólogo; pero no, no aguantaría ver su absurda cara de pocker mientras sólo soy yo la que intenta socializar con él, que cada vez que me calle tan solo decirme que filosofo demasiado que gracias a personas como yo existe su carrera. Maldito psicólogo, maldito por querer hacerme creer que tan solo dramatizo demasiado, que estoy loca o que le recite todo el DSM – IV de memoria. Jajajaja! qué buena estudiante de psicología que soy.
Por lo menos sé que algo me recordarás… como una loca suicida, como una maldita mujer borderline, como alguien que solía acompañarte casi todas las noches detrás de su monitor o simplemente como un conocida más, eso ya no importa (:
Nos quedaron muchas confidencias pendientes y amor por inventar; pero dale, entre nosotros jamás pasó nada así que no tiene por qué doler tanto. Aún no entiendo esa barrera que hay en mi mente que persiste en defenderte a pesar de todo y tratar de culpar a otros o a mi misma.
Ya no vale de nada hablar en pasado, así que esta es mi carta de despedida, Manoah. Duele aún un poco, tengo que reconocer; pero el tiempo corre, tengo que moverme con él y ya le he dado suficiente alimento a tu ego.
Y pondré tu nombre en un cigarrillo, necesito fumarme tu recuerdo; quiero que quede eso, cenizas de algo que disfruté en su momento y buenos recuerdos.
0 hh!:
Publicar un comentario