Adiós, Manoah <3 (P.1)

Esta es otra de mis típicas noches de insomnio en las que me hundo en mi mundo no tal feliz donde hablo con el silencio que parece tener más cojones que yo y me aclara las cosas con la total verdad.

Digo típico, porque ya me estoy acostumbrando a que cada vez que tu recuerdo corra a mi mente, yo me vuelva débil; y más que insomnio es jugar con tu nombre tachándolo una y mil veces cuando lo encuentro infraganti en mis escritos que antes eran tuyos.

No sé cómo fue que terminé así, rogándole a la noche que llegue antes para poder caer ante la magnificencia de tu recuerdo. Intento hacer madurar a mis ideas; aún no tengo éxito pero sé que muy pronto llegaré a entender todo con la calma que debí tener desde un principio y descubriré en ese momento que he dado un gran paso.

Ha pasado un poco de tiempo y aún sigo sintiendo tu maldito recuerdo fulgurante y también siento cómo este amor flota y divaga en el espacio intergaláctico que es mi alma. Odio la extraña sensación que me embarga cuando después de una sonrisa sincera tu nombre y todo tú aparece por mi mente y me hace temblar como un borracho en reciente rehabilitación suplicando un poco de alcohol.

Quisiera tener la potestad de decir “lo he olvidado” pero es imposible que si quiera mi mente crea eso como para que mis labios lo pronuncien. Tengo la mente seca, más seca de la que estaba antes de descubrirte; tu recuerdo me tiene en el limbo que tal vez sea mi cielo.

Recuerdos… menciono demasiado eso desde tu suicidio hostil y premeditado de mí. Menciono demasiado eso y no me gusta.

Hay mil canciones que hablan en pasado que me recuerdan que todo esto se hubiera evitado si hubiera sido más precavida, si no hubiera dejado de lado mi filofobia y, a puño limpio, no hubiera destruido esas murallas que levanté por golpes y caídas de amores pasados. Pero como dice mi psicólogo, una de las pocas buenas cosas que pudo decir, el “hubiera” no existe; pero sigo pensando que es una forma de hacerte reaccionar ante futuras caídas y pensar que eso jamás volverá a pasar.

No quiero seguir escribiéndote, no quiero tener que soltar tu recuerdo, detesto hablar de ti en pasado, no me gusta que el cielo llore conmigo por mis errores casi horrores. Pero por sobretodo no quiero saber si me extrañas o no, no quiero saber si algún día te importé o si llegaste a pensar en mí más allá de mis reales apariciones. Ya para, Pamela! que todo fue mentira. No tiene por qué dolerte tanto, nunca fueron nada. No tienes siquiera el derecho de adoptar el papel de mujer ofendida.

Iluso y torpe corazón lleno de palabras.

Y cuando te pienso a veces soy feliz, a veces pierdo la fuerza en los brazos y piernas, a veces comienzo a respirar rápido, a veces siento lo típico que el corazón se me sale del pecho y casi siempre, sólo casi siempre, me robas una sonrisa.

http://www.youtube.com/watch?v=7SxTyvOixJA 

*Continuará.