0 hh!
Miércoles 29 de octubre, 12: 37 am y hace unos minutos sentí que algo explotó en mí nuevamente. Quise creerme el tonto cuento de que había alguien para mí, pero una vez más me di de cara. Fue mucha felicidad gratuita y lo sabía... sabía que esto iba a pesar.
Será mejor abortar la misión antes de que sea un poco más tarde.
Tonta e ilusa soñadora... una vez mas tropezando con la misma piedra, dándote de cara contra el asfalto.

Pero todo parecía real, conciso; al parecer teníamos diferentes pensamientos. Te veo, me ves, me ignoras, nos ignoramos, me doy media vuelta, padezco. Podría contar detalle a detalle las sonrisas que tuve por ti, para ti pero sería en vano.

He renunciado a esto un par de muchas veces... qué irónico! Tener que renunciar a alguien sin siquiera poseerlo. Aguanté! Juro que aguanté a tu lado sin que me sintieras, al pendiente tuyo sin que lo sospecharas pero el tiempo se agota y me di cuenta que posiblemente todo estuvo almacenado en mi mente.

Me encuentro aquí escribiéndote esta carta de despedida y Heaven (B.A.) suena para terminar de hacerme trizas. Con esa canción te pensaba, te sentía, con los audios puestos, tirada en la cama y con los pies apoyados contra la pared, cerraba los ojos y entregaba todo mi mundo a la solemnidad de tu sonrisa, imaginaba lo que sería tenerte cerca, me sometía ala soberanía de tu mirada. La seguía escuchando y pensaba vez tras vez lo que sería poder tomarte de la mano, andar con juego de niños, besarte.

Al parecer mis heridas buscaban la cura en la sal de tus manos.

Muchas noches, esas madrugadas que te dedicaba, sino era hablando contigo, era pensándote, me preguntaba qué estaba haciendo, por qué dejaba que alguien irrumpiera mi mundo ahora que estaba todo reconstruido pero, así como un ave aprendiendo a volar, comenzaba a tomar vuelo y volé y volé y mis ideales contigo llegaron a ser inalcanzables. Observé nuevamente mi mundo entero y sentí que no había reconstruido, sino remodelado para tu llegada "abriendo ventanas, pintando paredes" porque, cariño, no hay nada mejor que encontrar a alguien con quién conversar como contigo mismo.

Pasaban las noches, en algunas tenía la dicha de acurrucarme con tu voz y, en las que no, el recuerdo me era suficiente para subsistir; seguían pasando las noches y, como dice esa frase: "fue demasiado bonito para ser verdad".  Seguía sin perder las esperanzas, observándote en secreto, actuando de lo más normal posible pero yo ya te quería; lo sabía... lo sabía porque pensarte me inspiraba verso y poesía, canción de amor, pero en hacerlo concreto estaba lo difícil.

Algo se quebró, no sé en qué momento, pero las cosas cambiaron y nuevamente conocidos. Qué difícil es esto de no poder gritar todo lo que uno siente. Estuve a punto de hacerlo, de prometerte el cielo, crearte una galaxia, convertirte en una estrella fugaz eterna pero tu indiferencia pudo más. Amor propio, me aconsejaron por ahí. Jamás podré saber lo que pasaba por tu mente cuando me tenías cerca, esas pocas veces que caminamos lado a lado mientras yo rogaba inútilmente que el tiempo no se acabe, cuando me dedicabas  tus horas de sueño.

He de despedirme de la manera más cortés que puedo y regresar las cosas nuevamente a su orden normal, siendo tú el joven centrado de siempre y yo la loca y vaga de las últimas carpetas. Te quito mi locura que le faltaba a tu total organización, te devuelvo el orden de vida que le faltaba a la mía, pero que quede claro que lo hago aun torturándome con el "qué hubiera pasado si...", pensando en que un poco de locura a tu vida y un poco de orden a la mía no le vendrían mal.

Me voy no porque lo quiera, sino porque las circunstancias lo apremian. Me voy queriendo luchar un poco más. Me voy sin querer dejar las cosas a la deriva, Me voy queriendo concluir esta historia de otra forma, porque por primera vez en mi vida quiero
concluir una pinche historia... pero qué va! eso no es posible en mi mundo.

Será mejor que aborte esta misión antes que sea demasiado tarde. Te quiero, pero un puente se sostiene por ambos lados.
 

Copyright © 2013 Mucha mierda y un café | Design by Tuwet.com